Las cámaras se emplean en procesos a altas temperaturas. Por ejemplo, entre estos procesos figuran los de la industria de acero, en la que se comprueban las paredes interiores de las cámaras de combustión. También en procesos industriales innovadores, como la fusión láser selectiva, es imprescindible poder detectar temperaturas superiores a 900 ºC. Otro sector está constituido por procesos que se tienen que controlar o regular a lo largo de un amplio rango de temperatura. Entre la que figura aquí, por ejemplo, la industria del vidrio. El vidrio fundido tiene aprox. una temperatura de 1000 ºC, enfriándose el material hasta el proceso final hasta por debajo de los 500 ºC. El proceso completo puede desde ahora controlarse sin cambio de sistema, ni tampoco cambio de rango, con una cámara de infrarrojo.